La dictadura militar de
1976, etapa de violencia extrema, años donde la libertad era un valor
prohibido, el miedo a flor de piel de todo un pueblo dominado. Argentina era
reprimida y devastada día a día por los militares.
En aquellos años, todo
tipo de expresión, ya sea artística, social, o hasta el pensamiento de aquellos
quienes tenían una opinión diferente a la del gobierno era considerado una
falta de respeto hacia ellos, y una mente que se revelara era peligrosa. Ellos
querían que el temor callara a la gente, que no haga mentes “distintas“ y
así poder hacer del país lo que ellos querían.
No
iban a ser una excepción los músicos, quienes con su arte denunciaban la
libertad que les fue robada y todos los demás derechos humanos que ya no
existían para nuestro país. Expresaban las ansias de libertad de toda Argentina
y reclamaban la vuelta de la democracia que les fue quitada, por aquellas
mentes que solo sembraban terror.
Las
censuras, llevaron a que el uso de metáforas sea más común en aquellos días. A
través de comparaciones (muchas
veces irreales), usando palabras diferentes a las que
realmente deseaban poner, con sentido bien poético, ocultando las denuncias
hacia los militares para no ser una víctima más de la tortura y el exilio.
Gracias a la música, un pequeño brillo de esperanza seguía vivo y la gente no
se callaba al cantar lo que en ese momento padecían. Porque un pueblo callado
no tiene vida y aquellos quienes del dolor hacen que un grito brote, mantienen
la fe para salir adelante.
Fueron
varios los compositores que animaban al pueblo seguir adelante. Son dos grandes
ejemplos Charly García y Luis Alberto Spinetta, sus canciones de alto contenido
poético y metafórico son recordados por todos y en nuestros días son varios los
jóvenes que por ellas sentimos parte de aquel dolor, pues llegan de una forma
excelente hacia las emociones. Así como Charly y Spinetta lo hicieron en su
época, debemos demostrar que nuestras mentes no están calladas y que hoy
podemos expresar lo que vivimos.
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| Represion Los Violadores |
PENSE QUE SE TRATABA DE CIEGUITOS LOS
TWIST
Era un sábado a la noche
tenía plata y hacía calor
Me dije : viejo, aprovechá sos joven
y me fui al cine a ver una de terror
Salí a la calle, paré un taxi, y me fui (por ahí)
Bajé en Sarmiento y Esmeralda
compré un paquete de pastillas Renomé
en eso siento que un señor me llama
al darme vuelta me di cuenta que eran seis
muy bien peinados, muy bien vestidos y con un Ford (verde)
Llegamos a un edificio
y comportándose con toda corrección
me sometieron a un breve interrogatorio
que duró casi cuatro horas y fracción
tenía plata y hacía calor
Me dije : viejo, aprovechá sos joven
y me fui al cine a ver una de terror
Salí a la calle, paré un taxi, y me fui (por ahí)
Bajé en Sarmiento y Esmeralda
compré un paquete de pastillas Renomé
en eso siento que un señor me llama
al darme vuelta me di cuenta que eran seis
muy bien peinados, muy bien vestidos y con un Ford (verde)
Llegamos a un edificio
y comportándose con toda corrección
me sometieron a un breve interrogatorio
que duró casi cuatro horas y fracción
- se hizo muy tarde, dijeron - no hay colectivos...
- quedesé! (por favor)
A los tres días de vivir con ellos
de muy buen modo me dijeron : Váyase!
me devolvieron mis cordones y mi cinto
los tenían ellos, no les pregunté por qué
cuando salía... me prometieron
lo aseguraron... lo repitieron...
-Nos volveremos a ver!
- quedesé! (por favor)
A los tres días de vivir con ellos
de muy buen modo me dijeron : Váyase!
me devolvieron mis cordones y mi cinto
los tenían ellos, no les pregunté por qué
cuando salía... me prometieron
lo aseguraron... lo repitieron...
-Nos volveremos a ver!
La historia habla de un
joven que decidio salir a divertirse y por estar a altas horas de la noche, los
militares lo llevaron con ellos y lo interrogaron. Lo largaron pero sin antes
decirle que lo volverían a ver, a modo de amenaza para que cumpla con lo que
ellos imponían.
Este
era un hecho muy habitual. Muchas personas salieron a la calle como cualquier
persona lo hace en su vida cotidiana y jamás volvieron, o bien fueron
advertidos como el muchacho de la historia.
Creemos
que es una canción que se cantaba una vez recuperada la democracia, porque no
hay metáforas que oculten las palabras si no que el hecho esta contado como
pasaba realmente.
El
uso del humor es como para remarcar que los militares lo veían de esta forma,
no les importaba nada. Y los jóvenes temían o bien se enfrentaban a ellos como
el joven que decidió salir a pesar de todo lo que pasaba.
Nombra
a seis hombres, los militares siempre aparecían en grupo y bien peinados,
formales. En un Ford verde, auto en el cual se los identificaba. Lo sometieron
a un interrogatorio, que era lo que siempre hacían.
La
última frase es una advertencia, de que si vuelve a infringir sus órdenes
volvería a ese lugar. Y la tortura iba a ser peor.
